Obedezca al Espíritu Santo para cumplir el plan que Dios le ha confiado.
¿Se siente usted especial, o una sensación de insignificancia se cierne sobre usted como una nube? La buena noticia es que cada creyente es especial a los ojos del Señor, y le ha apartado a usted para Él. Puesto que ahora le pertenece, usted no está en este mundo para vivir como le plazca. Existe para darle gloria y honra, al llegar a ser más y más como su Hijo en carácter, conducta y conversación. No se trata de seguir una lista de reglas, sino de que Cristo viva por medio de usted.
La Biblia llama a esto santificación. Este es el proceso por medio del cual el Señor nos transforma poco a poco mediante el poder de su Espíritu Santo que mora en nosotros. No es que dejemos de ser pecadores, sino que mientras más llenemos nuestras mentes con su Palabra y nos sometamos a la guía del Espíritu, más victoriosos seremos sobre el pecado. A medida que nuestras viejas actitudes y hábitos sean reemplazados por otros piadosos, nos convertiremos en siervos útiles en la casa de Dios.
Ser especial para el Señor no tiene nada que ver con el tipo de trabajo que desempeñemos o lo inteligentes o exitosos que seamos. Más bien, depende de a quién le pertenecemos.
Escrito por el Dr. Charles F. Stanley.
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Por Radio Cultural TGN.