¿Cómo disfrutar el estudio de la Biblia?
No hay nada que me guste más que estudiar la Biblia. Sin embargo, no siempre ha sido así. Mi verdadera pasión por el estudio de la Escritura comenzó cuando era estudiante universitario. Me comprometí a explorar la Biblia en serio. Descubrí que cuanto más estudiaba, más aumentaba mi hambre por aprender las Escrituras. Aquí están tres pautas sencillas que me han ayudado a obtener el máximo provecho de mi tiempo de estudio.
Leer la Biblia
En primer lugar, comienzo con la lectura de la Biblia. Esto parece obvio, pero es francamente donde muchas personas fallan. Muchos cristianos se contentan con un conocimiento de segunda mano de las Escrituras. Leen libros acerca de la Biblia en vez de estudiar la Biblia por sí mismos. Los libros son buenos, pero una lectura colateral nunca puede sustituir a la Biblia misma.
Hay muchos planes de lectura bíblica disponibles que son buenos, pero aquí está el que me ha parecido más útil. Leo el Antiguo Testamento por lo menos una vez al año. A medida que leo, escribo en los márgenes las verdades que quiero recordar en particular; y escribo por separado lo que no entiendo de inmediato. A menudo veo que a medida que leo, mis preguntas son contestadas por el propio texto. Las preguntas a las cuales no puedo encontrar las respuestas, se convierten en los puntos de partida para un estudio más en profundidad utilizando comentarios u otras herramientas de referencia.
Yo sigo un plan diferente para leer el Nuevo Testamento. Leo un libro a la vez repetidamente durante un mes o más. Empecé a hacer esto cuando estaba en el seminario, porque quería retener lo que estaba en el Nuevo Testamento y no tener que siempre depender de una concordancia para encontrar las cosas.
Si usted quiere probar esto, comience con un libro corto -como Primera de Juan- y léalo de un tirón todos los días durante 30 días. Al final de ese tiempo, usted sabrá qué hay en ese libro. Escriba el tema principal de cada capítulo en tarjetas. Al referirse a las tarjetas, mientras que hace su lectura diaria, usted comenzará a recordar el contenido de cada capítulo. De hecho, usted desarrollará una percepción visual del libro en su mente.
Divida los libros más largos en secciones cortas y lea cada sección diariamente durante treinta días. Por ejemplo, el Evangelio de Juan tiene 21 capítulos. Divídalo en 3 secciones de 7 capítulos. Al final de 90 días, terminará Juan. Para variar, alterne los libros cortos con los largos; y en menos de 3 años usted habrá terminado el Nuevo Testamento – ¡y realmente lo sabrá!
Interpretar la Biblia
A medida que leo las Escrituras, siempre tengo en mente una simple pregunta: «¿Qué significa esto?» No basta con leer el texto e ir directamente a la aplicación; primero debemos determinar qué significa; de lo contrario la aplicación puede ser incorrecta.
Salvar las distancias
El primer paso en la interpretación de la Biblia es el reconocimiento de las cuatro distancias que tenemos que salvar: el idioma, la cultura, la geografía y la historia.
Idioma
La Biblia fue escrita originalmente en griego, hebreo y arameo. A menudo, la comprensión del significado de una palabra o frase en el idioma original, puede ser la clave para la correcta interpretación de un pasaje de la Escritura. Dos libros que le ayudarán a cerrar la brecha de lenguaje son: Diccionario expositivo de palabras del Nuevo Testamento, por W.E. Vine y el Diccionario Expositivo de Nelson del Antiguo Testamento, por Merrill F. Unger y William White, Jr. No necesita saber griego o hebreo para usar esos libros con eficacia.
Cultura
La brecha cultural puede ser complicada. Algunas personas tratan de usar las diferencias culturales para explicar los mandamientos bíblicos más difíciles. No caiga en esa trampa, sea consciente que primero tenemos que ver la Escritura en el contexto de la cultura en la que fue escrita. Sin una comprensión de la cultura judía del primer siglo, es difícil de entender los Evangelios. El libro de Hechos y las epístolas deben leerse a la luz de las culturas griega y romana. Los siguientes libros le ayudarán a comprender el trasfondo cultural de la Biblia: Usos Y Costumbres De Los Judíos En Los Tiempos De Cristo, de Alfred Edersheim, Esbozos de la vida social judía, también por Edersheim y Nuevo manual de usos y costumbres de los tiempos bíblicos de Ralph Gower.
Geografía
Una tercera brecha que debe cerrarse es la de la geografía. La geografía bíblica hace que la Biblia cobre vida. Un buen atlas de la Biblia es una herramienta de referencia muy valiosa que puede ayudarle a comprender la geografía de la Tierra Santa. Por supuesto, nada le ayuda como verla personalmente en un viaje.
Historia
También hay que salvar la distancia de la historia. A diferencia de las escrituras de la mayoría de otras religiones del mundo, la Biblia contiene los registros de personas y acontecimientos históricos reales. La comprensión de la historia bíblica nos ayudará a colocar a las personas y los eventos en su perspectiva histórica adecuada. En este caso, es útil un buen diccionario de la Biblia o enciclopedia de la Biblia; al igual que lo son los estudios históricos básicos.
Principios para entender
A medida que interpretamos la Biblia, deberían guiarnos cuatro principios: literal, histórico, gramatical y síntesis.
El Principio Literal
La Escritura debe ser comprendida en su sentido literal, normal y natural. La Biblia contiene figuras del lenguaje y símbolos, pero para transmitir una verdad literal. En general, sin embargo, la Biblia habla en términos literales; y debemos permitir que se hable por sí misma.
El principio histórico
Esto significa que debemos interpretar a la Escritura en su contexto histórico. Debemos preguntarnos lo que el texto significó a las personas a las que fue escrito por primera vez. De esta manera, podemos desarrollar una comprensión del contexto adecuada con la intención original de la Escritura.
El principio gramatical
Para ello es necesario que comprendamos la estructura gramatical básica de cada frase en el idioma original. ¿A quién se refieren los pronombres? ¿Cuál es el tiempo del verbo principal? Usted encontrará que cuando hace preguntas simples como esas, el significado del texto se vuelve más claro de inmediato.
El principio de síntesis
Esto es lo que los reformadores llamaron analogía scriptura. Esto significa que la Biblia no se contradice a sí misma. Si llegamos a una interpretación de un pasaje que contradice una verdad enseñada en otras partes de la Escritura, nuestra interpretación no puede ser correcta. La Escritura debe ser comparada con la Escritura para descubrir su significado completo.
Aplicar la Biblia
Después de leer e interpretar la Biblia, usted debe tener una comprensión básica de lo que dice la Biblia y qué significa lo que dice. Pero mi estudio de la Biblia no se detiene allí. Nunca estudio la Palabra de Dios sólo para obtener un sermón. Mi objetivo final es dejar que me hable y me permita crecer espiritualmente. Eso requiere la aplicación personal.
El estudio de la Biblia no está completo hasta que nos preguntamos: «¿Qué significa para mi vida y cómo puedo aplicarlo de manera práctica?» Tenemos que tomar el conocimiento que hemos obtenido de nuestra lectura e interpretación y destacar los principios prácticos que se aplican a nuestras vidas personales.
Si hay una orden para ser obedecida, la obedecemos. Si hay una promesa para ser aceptada, la afirmamos. Si hay una advertencia, le prestamos atención. Este es el paso primordial: nos sometemos a las Escrituras y dejamos que transforme nuestras vidas. Si se salta este paso, nunca disfrutará de su estudio de la Biblia; y la Biblia nunca cambiará su vida.
El estudio de la Biblia no es opcional en la vida cristiana. Es una obligación y un privilegio de todos los creyentes. Si usted no está involucrado en el estudio sistemático y periódico de la Biblia, se está perdiendo uno de los principales medios que Dios utiliza para llevarnos a la madurez (1 Pedro 2:2).
Escrito por John MacArthur.
del sitio web gracia.org
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Por Radio Cultural TGN.