En Juan 14:15-17, Jesús enseñó: «Si me aman, obedezcan mis mandamientos. Y Yo rogaré al Padre, y Él les dará otro CONSOLADOR, para que esté con ustedes para siempre: es decir, el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir porque no lo ve, ni lo conoce; pero ustedes lo conocen, porque PERMANECE con ustedes, y ESTARÁ en ustedes». 

El que permanecía o moraba con ellos era el que iba a estar en ellos. ¿Quién era? Era Jesús. Verá, el Espíritu Santo es Cristo en el cristiano. Sigamos estudiando acerca del ministerio del Espíritu Santo en la vida de los creyentes.

• EL ESPÍRITU SANTO NOS HABITA

Después de que nos salvamos, el Espíritu Santo de Dios no sólo nos SELLA en el cuerpo de Cristo, sino que Él entra a HABITAR o morar en nuestros cuerpos. Él entra a vivir en nosotros.

En 1 Corintios 6:19-20, Pablo casi se asombró de que las personas lo desconocían. Él dijo: «¿Acaso ignoran que el CUERPO de ustedes es TEMPLO del Espíritu Santo,

que ESTÁ en ustedes, y que recibieron de parte de Dios, y que ustedes no son dueños de sí mismos? Porque ustedes han sido comprados; el precio de ustedes ya ha sido pagado. Por lo tanto, den gloria a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios».

En ocasiones la gente piensa que el auditorio de la iglesia es el santuario. Señalan: «“Jehová está en su santo templo; calle delante de Él toda la tierra”. Éste es su santuario».

La iglesia no es el santuario. Es el cobertizo de ovejas. Claro, no debemos hacer mal uso del edificio de la iglesia porque está dedicado a Dios. Con todo, en ocasiones las personas piensan que Dios habita en templos construidos con manos humanas.

Cuando usted se salva todo lugar es un lugar santo. Todos los días son santos. ¿Quiere saber dónde está el templo? Está en usted. Usted es el templo del Espíritu Santo de Dios. Usted no es su propio dueño. Usted ha sido comprado con la preciosa sangre de Jesucristo. Usted debe glorificar a Dios en su cuerpo.

1. EL ESPÍRITU SANTO NOS CONSUELA

Una vez que el Espíritu Santo le SELLA en el cuerpo de Cristo y HABITA en usted, entonces el Espíritu Santo le ayudará a sobrellevar la vida. Cuando tenga un pesar, un llanto o un dolor, Él le dará CONSUELO que nadie más se lo podrá dar.

En Juan 14:16, Jesús prometió: «Y Yo rogaré al Padre, y Él les dará otro CONSOLADOR, para que esté con ustedes para siempre».

La palabra Consolador en griego es «paraclete». Significa alguien que está a su lado para ayudarlo, consolarlo. «Es decir, el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir porque no lo ve, ni lo conoce; pero ustedes lo conocen, porque PERMANECE con ustedes, y estará en ustedes» (Juan 14:17). Jesús está diciendo: «Les estoy hablando de Mí mismo, Yo estaré en ustedes. Yo estaré en ustedes por medio del Espíritu Santo».

¿Ha sentido alguna vez ese consuelo? Yo he estado muchas veces al lado de una sepultura. He estado muchas veces en habitaciones de hospital. 

He estado en situaciones donde las vidas de personas han sido destrozadas y he visto al Espíritu Santo de Dios hacer lo que ningún psicólogo, ni consejero, ni buen amigo puede hacer. Él da CONSUELO sobrenatural.

1. EL ESPÍRITU SANTO NOS GUÍA

El Espíritu Santo no sólo le consuela, sino que también le GUÍA y dirige. Usted no debe dejarse arrastrar de un lado para otro como un barco sin mástil, sin vela, sin compás, y sin timón en una noche oscura y tormentosa. ¡No! El Espíritu Santo lo debe GUIAR.

La Biblia enseña, en Juan 14:26: «Pero el Espíritu Santo, a Quien el Padre enviará en mi Nombre, los consolará y les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que Yo les he dicho».

Juan 16:13 dice: «Pero cuando venga el Espíritu de verdad, Él los GUIARÁ a TODA la VERDAD; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y les hará saber las cosas que habrán de venir».

Usted no tiene que estar viviendo en la oscuridad, tropezándose en las tinieblas. Usted puede estar caminando en la luz al permitir que el Espíritu Santo de Dios abra su entendimiento, le guíe, enseñe, instruya y dirija por este mundo.

1. EL ESPÍRITU SANTO NOS EMPODERA

Y Él no sólo nos GUÍA, el Espíritu Santo desea EMPODERARLE para el servicio. He oído a la gente decir: «No soy mucho. Yo simplemente sirvo a Dios en mi pobre, pequeño y débil modo». Yo deseo gritar: «¡Bien, deje de hacerlo! ¡Pare! Él no quiere que usted le sirva en su pobre, pequeño y débil modo. ¡Él quiere que usted le sirva en el poder de Dios!».

Hechos 1:8 revela: «Pero cuando venga sobre ustedes el Espíritu Santo RECIBIRÁN PODER, y serán mis testigos…». Gracias a Dios por el poder del Espíritu Santo de Dios que nos da fuerzas para hacer tantas cosas.

¿Qué hace el Espíritu Santo de Dios? Nos ayuda a orar y ORAR con PODER. Él es el Espíritu de oración e intercesión. Romanos 8:26 nos enseña: «… pues no sabemos qué nos conviene pedir, pero el ESPÍRITU MISMO intercede por nosotros con gemidos indecibles».

Note que este versículo dice: «El Espíritu mismo». Cualquier traductor le dirá que se puede leer: «El Espíritu, Él mismo, intercede por nosotros con gemidos indecibles». El Espíritu Santo es una persona.